Una silla vacía, una patria hecha pedazos representada en una bandera sobre la silla, un hombre asesinado e la forma mas antihumana que existe, dentro de una cárcel, hombres y mujeres que hablan lo que piensan y sienten respecto a la justicia, nadie alza el puno en señal de fuerza o violencia, las almas utilizadas están hechas del alma como paz, comprensión libertad, justicia y derecho. Ese el grito permanente. Este párrafo es realidad y esta realidad le causa terror al ver un régimen castrista.
En la sala donde se reúne el parlamento europeo para entregar el premio Sajaro el espacio de la silla de corresponde a Guillermo Fariñas lo ocupa la bandera cubana porque es de Cuba el premio pero el estado cubano no permite que los galardonados por la dignidad humana viajen a recoger sus premios más allá de un cobarde está un Castro
El viejo Castro siempe ha odiado a los intelectuales o, mejor dicho, a quellos que difieran de una opinión diferente de la de él. El Dios todopoderoso deja a su sombra a quellos que se muestren sumisos o inofensivos. A sus más devotos les tira una migaja.
No es de extrañar que esta política de extrangular o de alguna forma silenciar la voz de todo el que difiera continúe igual que siempre ahora con el Chino Raúl. Sabido es que las noticias que llegan a la isla del exterior son para consumo de una gran minoría. La gran mayoría que no tiene acceso a otros medios de información alternativos consume la que les brindan los periódicos oficialistas. De manera que para el régimen si no se produjo un evento dentro de la Isla, es como si no hubiera ocurrido. No he leído todavía en ninguno de los periódicos isleños que se haya hecho mención al premio otorgado a Guillermo Fariñas o a otros tantos que luchan desde el suelo cubano y alzan su voz para reportar lo que verdaderamente está pasando dentro y fuera sin ningún tipo de filtro o censura. La Patria, ya no está hecha pedazo sino polvo. ¿Tendremos que esperar a que los tiranosaurias mueran en su cama para reconstruirla?
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