El Estado de Derecho no es un producto de importación.

El día 17 de diciembre de 2014 será un día para recordar en la historia de los EEUU y de Cuba. Para los EEUU desgraciadamente como una humillación, para el castrismo como la victoria de una guerra personal de Fidel Castro contra o por el dominio de la gran Nación del Norte. Jamás había visto que la presidencia de los EEUU aceptara con beneplácito que otro país le impusiera condiciones en sus relaciones diplomáticas y comerciales, menos una dictadura de corte totalitario y opuesta a cualquier razón de derecho, justicia y libertad.
Para muchos la política norteamericana de más de 50 años con respecto a Cuba ha fracasado, sin embargo mi apreciación es que comienza a fracasar desde el momento en que se inician las oscuras negociaciones con la dictadura castrista, traicionando así al Congreso que es parte de su propio Gobierno.
Ni en las misiones de espionaje lo oculto tiene una razón de dignidad y si existe esta categoría  denigrante a la condición humana, es porque ni los hombres ni los gobiernos son capaces de actuar con la transparencia requerida con los demás hombres o con los demás gobiernos y así con esa falta de trasparencia para su propio pueblo ha actuado Barack Obama , el Presidente del país con más poder de libertad e independencia del mundo.
Pero toda la traición no queda dentro de los EEUU, tiene un carácter extraterritorial que afecta a toda América. Desgraciadamente la víctima más desafortunada esta en Cuba, pero no son los opositores o los pensadores diferentes, sino el pueblo de adentro y de abajo que tendrán que gastar otra generación más para alcanzar un estado de derecho y liberarse de la dictadura si la base económica del país queda sustentada; como todo parece indicar, por el poderoso país del Norte.
No me voy a dedicar a criticar esos inescrupulosos empresarios económicos y políticos, de fuera y de dentro, incluyendo los falsos y oportunistas lideres que incapaces de conducir al pueblo hacia las plazas se pliegan a las migajas y las limosnas de los dos gobiernos y que pasan por alto la ética, la decencia y el pudor de los pocos patriotas que han llevado o llevan en sus hombros el honor que le quedan a estos restos de nación. Criticarles sus conductas justificadas; unos en el hecho de que no corra la sangre y haya una transición pacífica producto de la bondad de la dictadura y otros en que la serpiente totalitaria mutará para convertirse en paloma y después de 50 años mas llegara la libertad, sería un placebo dictatorial. La sangre y las lagrimas de los cubanos ha estado corriendo contantemente desde que Fidel Castro subió al poder por medio de la violencia y el terrorismo, y así lo ha sostenido. La serpiente nunca se convertirá en paloma. Déjense de utopías y oportunismos y asuman la ejecución del derecho como primera condición de existencia.
Durante 50 años los EEUU habían aplicado con toda razón el castigo de no conversar con el ladrón hasta cuando no devolviera lo robado y se arrepienta de la pérfida acción (y que conste lo robado no es solo lo material, eso puede quedar en el olvido, lo espiritual, los derechos y las libertades que no se pueden obviar) ahora mediante una acción presidencial el latrocinio se convierte en heroicidad y recibe el lauro de la legalidad por parte de los EEUU y de miles de cubanos que dicen ser patriotas. ¿Qué queda para la dignidad de Cuba y América?
La señora subsecretaria de Estado para Latinoamérica Roberta Jacobson expresa que no hubo concesiones al gobierno cubano. ¿Y acaso establecer relaciones con vistas a las negociaciones condicionadas a las mismas exigencias de la dictadura de hace 50 años atrás no es conceder?
¿En que ponemos las esperanzas para alcanzar un Estado de Derecho?. ¿En las corporaciones norteamericanas que se enriquecerán y sustentaran al poder para garantizar la mano de obra barata y controlada, sin derecho a huelga o a sindicatos independientes que velen por el verdadero derecho del obrero?. ¿En el turismo norteamericano y los intercambios culturales y científicos controlados por el poder y con vistas a mantener el poder? ¿En la oposición desamparada con el mínimo de recursos?. ¿En falsos lideres que sobreponen sus intereses personales por sobre los de la nación?.
Si se consolidan esas relaciones sin que se condicionen a los derechos, el Estado de derecho para Cuba a ganado un poderoso enemigo: el poder económico de los EEUU. Si hasta ahora habían conservado la dictadura producto de su ingenuidad, ahora quizás se convierta en un propósito para obtener ganancias y seguridad nacional. Claro, todo está en manos de nosotros si lo permitimos, y no importa las fuerzas que hayan en contra si recuperamos la dignidad. El Estado de Derecho no es un producto de importación.

Acerca de agustinv

Periodista independiente graduado en la universidad de la calle
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Una respuesta a El Estado de Derecho no es un producto de importación.

  1. POTOTO dijo:

    El Estado de Derecho no es un producto de importación.

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